Todas las personas del pueblo viven una vida tranquila sin sobresaltos. Sin embargo, están totalmente dispuestos a dar su vida con tal de satisfacer las órdenes que su Dios les imparte, el mismo es una entidad que siempre adoraron y que sus padres también lo hicieron,
Estas personas que han despertado para decirlo de algún modo, lo han hecho con la ayuda de unos antialucinógenos que se les proporcionan para que vean la terrible realidad que siempre tuvieron delante de sus ojos, pero antes no podían ver por los alucinógenos que actuaban día y noche en su cerebro.
Es una historia macabra, pero luego de tener ya un antídoto para ver la realidad, uno de los personajes tiene que ir a ver al Dios supremo y único que siempre hubiera soñado con ver, pero que ahora le atemorizaba porque no era solamente un momento de terror y pánico por su omnipotencia, sino que también de pura desilusión porque seguramente este sería muy diferente a lo que siempre pensó e imaginó que sería.
Con el tiempo se dan cuenta de que este Dios único es nada menos que un depredador horrible y que los obliga a hacer toda clase de cosas para mantenerlos controlados a todos, algo tendrán que hacer, pero no tendrán ya la ayuda de la fe que fue lo que siempre llevó a todos para adelante, ahora las personas estarán completamente perdidas sin saber que es real y que no lo es.