Esta historia habla acerca del optimismo y la vida en la tierra con respecto a la religión, es un cuento de ciencia ficción en donde pasan cosas inesperadas al comienzo y más predecibles al final. Se trata todo de un grupo de monjes que se reúnen para adorar a Dios y también para poder hacer una evaluación de la cantidad total de sus nombres.
Sin embargo, esta tarea la llevan a cabo duran muchos años y todavía no están ni cerca de tener un resultado final para poder guardar con mucha seguridad un resultado por su búsqueda, por esto es que deciden por una decisión difícil de tomar a ir dentro de una tienda de informática y pedir allí mismo un ordenador.
El objetivo de mezclar a la tecnología actual con la facultad de la religión es lo que traería como resultado tener el trabajo hecho en cuestión de meses, ya que solamente una máquina es capaz de hacer toda clase de combinaciones posibles y lógicas en un transcurso de tiempo tan corto, más todavía sabiendo que deberían dar a conocer un total de 9 billones de nombres para Dios.
Se llevaron los monjes el ordenador para hacer el trabajo, pero este se daría cuenta de que el final del mundo sería bastante diferente a lo que su religión, y sobre todo sus creencias pensaban, las cosas iban a pasar, ya sabía cuándo y cómo prácticamente, pero no estaban preparados para tal información, inclusive siendo diferente a la que siempre tuvieron en mente. El cuento termina cuando están en la cima del Himalaya y entonces uno de los monjes tiene un ovulo blanco en su mano, pero mira hacia las estrellas y se da cuenta como de a poco, cada una de ellas comienza a apagarse.